Ni siquiera la muerte podrá separarnos ...

jueves, 12 de febrero de 2009

Tú eres Mijatovic, y sobre ti, Pedrag...

... edificaré mi iglesia, perdón, mi equipo. Así más o menos debió de ser lo que le dijo Calderón a su reciente y flamante candidato a Director Técnico del Real Madrid cuando decidió embarcarse en su particular aventura y en aguas no poco procelosas precisamente.

Aquí estamos de nuevo, y una vez más a petición popular. Se me pide que opine sobre la figura de Pedja Mijatovic, ex-jugador y en estos momentos Director Técnico del Real Madrid, puesto al que llegó de la mano del ya dimitido Ramón Calderón, pues formó parte de su candidatura desde el primer momento. De Mijatovic, en esta nueva etapa suya en el equipo, se ha dicho de todo, se le ha acusado de todo, y sobre él se ha hecho caer de todo. No conozco los entresijos del mundo futbolero (especialmente de su parte más oscura, la que se mueve en los despachos), como para poder decir sí o no a cuanto sale diariamente en la prensa. Así que lo que escriba sobre esta persona se basará, necesariamente, en lo que todos conocemos.

Mijatovic ha tenido errores y aciertos en su gestión deportiva al frente de la Casa Blanca. Empezando por los últimos, a nadie se le oculta que fichajes como Pepe, Robben, Higuaín, Van "the man" Nistelrooy, Gago, Sneijder, y otros han sido buenos para el equipo y, por lo tanto, habrá que atribuir este éxito a la Dirección Técnica, y apuntarlo entre sus haberes. En el verano de 2007 el fichaje de Pepe levantó no pocas suspicacias por lo abultado de la cuantía (nada menos que 5.000 millones de las antiguas pesetitas), pero hoy nadie se acuerda de ello, ni siquiera en el Principado, que ya es decir. Y esto debe ser tomado como muestra evidente de que estuvo bien hecho o, por lo menos, de que no estuvo mal hecho. Que parece lo mismo, pero no lo es exactamente. La mayoría de este conjunto de jugadores constituye lo que hoy se conoce como clase media. Es decir, se trata de buenos jugadores, currantes y comprometidos con el equipo, pendientes del fútbol y no de los spots publicitarios, pero que no forman parte de ese selectísimo grupo de hombres que marcan la diferencia, que permiten casi por sí solos ganar un partido, que asustan sólo con su nombre (a veces más de lo que de verdad demuestran sobre el campo), y capaces de inventarse una jugada diabólica que resuelve un trance complicado en un pis pas. Los cracks, como se suele decir. Hoy por hoy, CR7 y Leo Messi son los dos ejemplos más evidentes de esta case de megaestrellas.

La realidad demuestra que las plantillas altamente competitivas se basan en dos pilares fundamentales: una buena clase media que debe formar la columna vertebral, aportar solidez, consistencia, sentido colectivo del juego y compromiso común, y un par muy selecto de jugadores (las más de las veces delanteros o centrocampistas de clara vocación ofensiva) clasificables como megaestrellas. Los equipos que se construyen sólo a base de clase media y cantera pueden, desde luego, lograr éxitos importantes o muy importantes (ahí está el Sevilla reciente como ejemplo más inmediato), pero no los éxitos con mayúsculas: campeonatos de Liga y, por supuesto, ese pesado y brillante objeto de deseo que el Real Madrid atesora más veces que nadie: la Copa de Europa. Los equipos construidos a base de (o subordinados a) cracks están llamados al fracaso, a menos que se cuente con un entrenador y una Dirección Técnica capaces de conciliar tantos egos superlativos juntos y de no permitir que se pierda la noción colectiva, manteniendo la disciplina del vestuario, cosa harto difícil. Pregúntenle si no a Florentino Pérez, a ver qué opina sobre esto. O pregunten también a Laporta, en tiempos de Ronaldinho y compañía, cuando ese polvorín andante que se llama Samuel Eto'o rajó las suyas y las de un bombero en Vilafranca, y terminó de hacer añicos al entonces campeón de liga y Champions.

Y aquí precisamente es donde habría que buscar el debe de Mijatovic como Director Técnico merengue. No ha sido capaz de atraer al equipo, al menos en lo que lleva en el cargo, a ningún crack. Y esto se está notando. Una vez libre el equipo de las glorias galácticas, algunas de las cuales acabaron por ser auténticas rémoras (Ronaldo, osea), y ante el progresivo e inexorable declive futbolístico de Raúl (ley de vida), no ha habido recambio para los jugadores grandes de verdad, para los cracks, como lo fue el propio Mijatovic en su día. Robben no llega a esa categoría, y sólo Ruud Van Nistelrooy puede ser acreedor a ese rango, pero al igual que Raúl, estará disputando (si es que no lo ha hecho ya), sus últimos minutos como jugador de élite. Sólo queda como indudable megaestrella Iker Casillas, pero claro: por muy bueno que sea, que lo es, obviamente no mete goles. Y aún más preocupante es que el Real Madrid parece haber perdido atractivo como club de destino de grandes estrellas futboleras (salvo, parece ser, para CR7), en perjuicio de otros clubs, especialmente ingleses, quienes disponen ahora mismo de petrodólares en abundancia (ya sean ruskis o árabes) y también del eterno rival de la Ciutat Comtal. Peor aún, osea. Por eso mismo, y tras la dimisión de Calderón, el común de los aficionados madridistas echa de menos a Florentino Pérez, quien suena insistentemente en los mentideros como más que posible candidato a retomar las riendas del club de Concha Espina.

La otra parte de los errores de Mijatovic está en sus elecciones desafortunadas. Bernd Schuster hizo al equipo campeón, sí, pero también cometió varios pecados mortales, uno de los cuales fue el de echar el candado a la cantera y olvidarse de la llave., lo que ha motivado la salida de muchos y buenos jugadores de Valdebebas con otros destinos. Y para más INRI, la mayoría de ellos delanteros: Negredo, Mata, Barral, Callejón, y bastantes más. El problema empieza a tener tintes dramáticos, pues en la última convocatoria de la sub-19 no ha aparecido ni un solo jugador procedente del Real Madrid, mientras que el FC Barcelona aporta casi un cuarto del equipo. Y en cuanto a fichajes, Rafael Van der Waart sigue sin encajar, lo mismo que Drenthe. Huntelaar venía como delantero salvador, pero no juega mucho y está descontento. Parejo ha vuelto al equipo, pero no se sabe muy bien para qué. Faubert es de momento una incógnita absoluta (su estreno ha sido, además, bastante mediocre). Sólo Lass parece aportar algo valioso y útil. Y encima, a nivel de despachos, ha habido conflictos internos con Miguel Angel Portugal o Míchel González, en los que la figura de Mijatovic ha planeado muy de cerca, o eso se ha dicho en la prensa escrita y radiada.

En algún lugar leí que el propio montenegrino declaró que se marcharía del club si este año no se conseguía la Champions. Ya veremos si lo cumple. Esta vez no estará él en el campo, para quebrar a Peruzzi primero y sortear a Pessotto después. Otros deberán hacer algo semejante. precisamente los que él mismo ha elegido. ¿Podrán? En poco tiempo, la respuesta. El Liverpool de Benítez aguarda.

He dicho.

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