Ni siquiera la muerte podrá separarnos ...

lunes, 2 de noviembre de 2009

Como para no caer en saco roto

Franco Baresi es, por derecho propio y sin discusión, uno de los mejores jugadores que ha dado el fútbol transalpino a la ya larga historia de este deporte. Capo incuestionable de su equipo (A.C. Milan) y, más particularmente, de su defensa, ha sido uno de los mejores centrales de todos los tiempos. Sobrio, inteligente, rápido y decidido, le sobraba capacidad para leer partidos y jugadas. Por eso la suya es, indudablemente, una voz bien autorizada en esto del fútbol. Suyas fueron algunas de las tardes de mayor gloria de la squadra rossonera, en la que brillaron con luz propia los Gullit, Rijkaard y Van Basten primero, y los Boban, Savicevic y Desailly después. Acompañados, naturalmente, por los Ancelotti, Maldini, Donadoni, Massaro, y tantos otros. Al frente, la batuta de Arrigo Sacchi primero y de Fabio Capello después. Casi nada.

El signore Baresi, a punto ya de entrar en la cincuentena, ha concedido una entrevista al diario El País, en la que analiza al Real Madrid actual, su esquema, virtudes y carencias, en vísperas del encuentro que ha de medir de nuevo a madrileños y a lombardos en San Siro, en la próxima jornada de Champions. No sé lo que puede salir de ahí (casi me inquieta pensarlo), pero creo sinceramente que una voz sobradamente autorizada como la del gran defensa italiano no debería caer en saco roto. Como no es mi deseo reproducir la entrevista entera, destacaré aquí los aspectos que me parecen más importantes en ella.

Y empiezo por el titular: Raúl lastra el equipo. De acuerdo por completo. Raúl ya no debe ser titular en lo sucesivo. Profesional intachable, sí. Personificación del espíritu de lucha del madridismo, también. Amor a la camiseta, todo el del mundo. Nada de eso es discutible, y merece todos los honores por parte del club: todos. Pero el tiempo de colgar las botas llega inexorable para cualquiera, también para él. Raúl desencaja a otros jugadores llamados a desempeñar tareas grandes en este equipo y -lo que es peor- fichados a golpe de talonario, como Kaká y Benzema. Sus movimientos crean caos en la delantera, estorban a otros y les obligan a jugar fuera de sus posiciones, como no saben o no están acostumbrados, y su ascendente en el vestuario le convierte en intocable o lo que, a día de hoy es lo mismo, perjudicial para el equipo. A pesar de su entrega y sus goles. Todo ello, naturalmente, sin contar el hecho de que su situación tapona el ascenso del jugador con mayor progresión que tiene hoy el Real Madrid: Gonzalo Pipita Higuaín, máximo goleador en liga de los merengues el ejercicio pasado, y salvador el pasado sábado frente a un inoperante Getafe.

Segundo punto: Sergio Ramos no defiende como lateral, y es mucho mejor como central. Totalmente de acuerdo una vez más. Las carencias del sevillano en la banda quedaron de manifiesto la temporada pasada, en la que muchos equipos hicieron una autopista de las bandas merengues (Marcelo, por la otra, tampoco es una garantía ni mucho menos). Y atención, siguen haciéndolo (Alcorcón que te crío). Algunas de las pifias monumentales de Ramos dieron origen a los goles del Milan en el pasado encuentro del Bernabeu. Jugadores como Miguel Torres (hoy, cedido) o Arbeloa deberían ocupar su puesto, y ya puestos, supongo que el de Camas no lo haría peor que Metzelder o Pepe en el centro de la defensa. Y en cuanto a que con la marcha de Robben, la banda derecha merengue se ha quedado huérfana, bueno... Tan obvio como la gasolina en una estación de servicio.

Tercer punto: Xabi Alonso sobra en el medio campo, y otro tipo de centrocampista es necesario como pareja de Lass Diarrà. Preferiblemente Guti. Opinable. Entiendo que Lass y Alonso no son una pareja de baile adecuada cuando se trata de construir juego, pues se estorban mutuamente, cada uno desplazado de su posición ideal. Sí que pueden, en cambio, mejorar su aportación cuando el equipo juega fuera del Bernabeu, pues el donostiarra es un magnífico pasador en largo, ideal para servir balones a delanteros verticales, rápidos e incisivos, esos de los que el Madrid ahora mismo puede presumir (Benzema, Higuaín, CR9), en tanto que el francés es un buen stopper, capaz de recuperar balones a mansalva en el centro del campo. Por lo que respecta a Guti, disiento en lo más profundo y radical, signore mio. Al de Torrejón le sobra talento, pero le faltan mentalidad, personalidad futbolística y sentido común (el ego también le sobra). Justamente las cualidades que le hubieran permitido convertirse en un crack mundial. Guti es excesivamente comodón, y carece de mentalidad. Por eso rinde mejor como suplente, cuando su desmedido orgullo resulta picado por la indiferencia del entrenador de turno. Entonces da lo mejor de sí mismo. Y ojo: lo ha hecho incluso como delantero centro, ahí es nada. Pero cuando se cree titular, se convierte casi indefectiblemente en Mary Guti. Un señorito, o sea. Y el Madrid no necesita señoritos hoy.

En resumen, no anda muy desencaminado Baresi. Al menos, en mi humilde opinión. Este equipo tiene carencias. Menos que las del año pasado, sin duda. Pero las sigue teniendo. Y mientras sus máximos responsables no sean capaces de ver lo evidente o, habiéndolo visto, de tomar las medidas oportunas, habrá un nuevo batacazo merengue este año. Si no, al tiempo.

He dicho.