Ni siquiera la muerte podrá separarnos ...

miércoles, 6 de abril de 2011

Guardiolada

Que Pep es un buen entrenador, nadie lo duda y yo tampoco. Sus éxitos hablan por sí solos. Y que también es un buen motivador, de acuerdo. Desde que Benito Floro hablase de la importancia del trabajo psicológico dentro de las plantillas de fútbol, allá por finales del siglo pasado, esta componente ha ido ganando peso específico en la preparación de los equipos, tanto más cuanto más está en juego. Pero en lugar de dejarla en manos de profesionales, han sido los propios entrenadores quienes han asumido el reto de animar y motivar a sus hombres, con métodos y resultados muy desiguales: desde el tú eres mejor que ese negro, de Luis Aragonés a José Antonio Reyes a los métodos más sutiles del noi de Santpedor o el demonio lusitano (léase Mou).

Pero estábamos con Guardiola. Ya he comentado antes que las declaraciones del entrenador blaugrana no me suenan sinceras, siendo como son fuera de lo corriente y moliente (del tipo es un partido muy difícil, tenemos que hacer nuestro juego, y bla, bla, bla). A fuerza de repetirlas, sin embargo, uno deja de creerse que Pep piense de verdad, en su fuero interno, que el Almería, el Hércules o el Levante son rivales formidables, por ejemplo. Porque no pueden serlo al lado del Barça actual, y ahí están los resultados y los marcadores para demostrarlo. Se trata, en mi opinión, de una solución para evitar que sus hombres se lo crean demasiado. Pero nada más. Fuera de esa finalidad concreta, para mí que tienen más de mentira que de verdad. Porque por definición, quien no dice la verdad, a sabiendas de lo que hace, miente. No importa lo loables que sean sus verdaderas intenciones.

Naturalmente, esa clase de mensajes termina por perder fuerza a medida que se recurre a ellos como herramienta de motivación, toda vez que los tuyos ganan, ganan y vuelven a ganar. Así que no queda otra que elevar de tono el discurso si se quiere mantener la tensión en el equipo. Tras la reciente jornada liguera en la que el Barça se ha asegurado prácticamente el título liguero por tercer año consecutivo, viene el desafío de la Champions frente a un Shakhtar Donetsk ucraniano que se ha convertido en el equipo revelación de la máxima competición europea. Y para evitar euforias prematuras, al bueno de Guardiola no se le ha ocurrido sino afirmar que por primera vez no tiene buenas sensaciones y que se ve más fuera de la eliminatoria que dentro.

Y yo que leo esa frase, así, tan tremebunda y de mal agüero, y me echo a reír. De verdad, ¿se creerá lo que está diciendo? Lo dudo tanto, tanto, tanto...

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