Ni siquiera la muerte podrá separarnos ...

lunes, 4 de mayo de 2009

Fin del capítulo

Una vez más, y visto lo visto el sábado por la tarde, no queda más remedio que recoger velas, admitir que, hoy por hoy, no hay más color en la liga española que el que pone el FC Barcelona, y envainársela. Así de claro, y sin más. Lo sucedido en el Bernabéu pone las cosas en su sitio, y aunque en el fútbol todo es siempre posible, a día de hoy no hay lugar para dudas. El Barça de Guardiola ha resucitado las mejores vibraciones de otras versiones ganadoras del equipo culé. Así a bote pronto, y desde que tengo uso de razón, recuerdo las de Rinus Michels (Cruyff, Sotil, Marcial, Gallego, de la Cruz, Sadurní, Costas...), la de Terry Venables (Calderé, Rojo, Marcos, Carrasco, Migueli, Archibald, Schuster...), y la de Cruyff (Bakero, Stoichkov, Koeman, Laudrup, Ferrer, Guardiola...). Pero esta versión, indudablemente, las supera a todas. Si el Chelsea no encuentra una fórmula mágica para romper el engranaje azulgrana (y no creo ser insensato si afirmo que eso es muy poco probable), veremos el quinto triplete de la historia. Ni el Milán de Sacchi y sus holandeses, ni la más temible versión del Bayern de Munich, ni tampoco el Real Madrid, han llegado a algo semejante. Sí que lo han hecho antes Celtic de Glasgow, Ajax de Amsterdam, PSV Eindhoven y Manchester United, éste último en 1999, tras birlarle la final a los bávaros protopitecos de Kahn y compañía en los últimos dos minutos. Así que enhorabuena. Punto.

En cuanto al perdedor, no queda otra que levantarse y seguir adelante. El Barça de Guardiola tiene fecha de caducidad, al igual que todos los grandes equipos de fútbol que han sido y serán, tan sólo que no se sabe cuál. Esta situación pasará, antes o después, y el Real Madrid volverá a alzarse y obsequiará a sus fieles con nuevos triunfos, eso no lo dudo. Que el equipo actual no sirve para la alta competición, ha quedado más que demostrado. Quien dio el primer aviso fue la Juventus, en la primera fase de la Champions, cuando se deshizo sin problemas del Madrid, tanto en Delle Alpi como en el Bernabéu. El segundo toque de atención, bastante más serio por lo aparatoso, vino del Spanish Liverpool de Benítez y los suyos. Y éste, el tercero, ha sido sin duda el más severo. Espero también que sea el último, pues no me cabe duda de que la plantilla habrá quedado moralmente muy tocada después del histórico varapalo. Pero no se trata ahora de demoler al actual equipo. Ni mucho menos. Se trata de darle lo que le hace falta: una defensa firme y segura, jugadores capaces de abrir el juego por las bandas, y buenos organizadores-pasadores en medio campo. Por lo demás, está todo bien cubierto, pero de modo escandalosamente descompensado. Y, lo más difícil y lo más necesario será, indudablemente, construir un equipo de verdad con todo ello. Sin egos y con sentido común, aprovechando lo mejor de cada jugador. Dando paso a los Palanca, Szalay, Schorch, Bueno, y otros canteranos. En tanto que Raúl y otros ilustres veteranos deben ir ocupando banquillo o salir del equipo pues su ciclo, mejor o peor, toca ahora a su fin. No es país para viejos, si se me permite la frase. Y no por ardor, ni por falta de espíritu combativo. La biología dicta su ley, y es inexorable. Hasta Guardiola mismo sabe esto muy bien, pues no en vano también lo sufrió.

No he querido asomarme a la prensa del Principado, por miedo a un ataque de náusea. Ando un poco delicado de tripa. Pero por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a romper una lanza en favor de los energúmenos del nordeste. Tienen derecho al choteo, pero no a costa del Real Madrid, sino a costa de la prensa madrileña (As y Marca, o sea). Todas las referencias a cagómetros, canguelos y villaratos se han disuelto como lo que eran: un azucarillo, mucho más virtual que real. Algo que sólo ha podido servir para lo de siempre: hacer caja a costa de la crédula estupidez de los lectores que hayan hecho caso de semejantes camelos y memeces. Pero nada más. Y eso que Relaño, en su columna de hoy, sigue erre que erre con la misma monserga. Supongo que en esto de la prensa escrita es muy difícil admitir los errores, pues algo así equivaldría a reconocer que se ha tomado el pelo al lector. Que es, ni más ni menos, lo que sucede un día sí y otro también, en las dos principales orillas del proceloso océano futbolístico español. Pero allá cada cual.

En fin, recuerdo ahora uno de los leitmotifs que en su día me animaron a empezar esta andadura: las alegrías y las tristezas van por barrios, y nunca viven mucho tiempo en el mismo hogar. El camarero que hace un año tuvo que solicitar permiso para poder irse a descansar, harto de que le machacaran tras el paseíllo y el 4-1, hoy podrá sacar pecho y devolverle la pelota, en plena justicia, a los que le obligaron a dejar su puesto de trabajo... si es que tienen los santos bemoles de dejarse ver, claro.

He dicho.

2 comentarios:

Jose dijo...

Me alegro de lo que está haciendo el Barca como equipo Español (Aunque no se reconzcan ellos mismos como tal). La labor de Pep va siendo magnífica y me alegro por el.

WhiteKnight dijo...

Mal que a uno le pese, hay que descubrirse, eso es cierto. Como también es cierto que a veces el Barça no se merece la fidelidad de muchos de sus simpatizantes, precisamente por aquello de ser españoles sólo para lo que interesa (Laporta, por ejemplo). Pero en lo estrictamente futbolero, está claro a día de hoy.