Ni siquiera la muerte podrá separarnos ...

martes, 9 de junio de 2009

El primer neogaláctico

Ricardo dos Santos Leite, más conocido por su alias Kaká, ya es nuevo jugador del Real Madrid. Lo han hecho oficial ambos clubes, el antiguo y el nuevo, a través de sendos comunicados oficiales en sus respectivas páginas web. El jugador no podrá ser presentado en Concha Espina hasta finales de mes, ya que se encuentra convocado con su selección preparando la Copa Confederaciones, a celebrar en cuestión de días en la República Sudafricana.

Y bien, ¿qué quieren que les diga? El fichaje de Kaká me parece necesario por una parte, pero me hace temblar por la otra. Necesario por cuanto que el Real Madrid necesita jugadores de gran categoría para poder recuperar un sitio en Europa que ha perdido en los últimos años (y no sólo por obra y gracia de Calderón y su equipo, ojo). El brasileño puede ser uno de ellos. Un éxito para FP, aunque haya salido a precio de oro. Ya veremos si los jugadores más caros acaban siendo los más baratos. Y Calderón, a buen seguro, mordiéndose los puños, pues el nuevo mandatario ha conseguido en semanas lo que él no pudo lograr (ni aun soñar) en años.

La llegada de Kaká me hace temblar por lo económico. Sostiene FP que los jugadores caros acaban siendo los más baratos. Quizá. Pero lo verdaderamente complicado no es rentabilizar al jugador, si éste se aviene a compartir o ceder sus derechos de imagen a cambio de un monstruoso salario. Lo difícil de verdad es encajarlo en un nuevo engranaje y, sobre todo, hacer que éste funcione como lo que se supone que debe ser. Este, y no otro, es el objetivo: confeccionar un equipo que sea capaz de ganar y convencer, un equipo fundamentado en pilares sólidos y en una idea de juego consistente y actual, donde sus elementos sean capaces de renunciar a su ego en aras del beneficio colectivo. Y esto, me temo, se está perdiendo de vista ante el delirio de la afición merengue que se las promete demasiado felices ante la megalómana perspectiva de un equipo fuera de toda medida como el que anunciaba el diario MARCA (y de la que Louis se hacía puntual eco) hace cosa de un par de días: Casillas, Ramos, Pepe, Albiol, Marcelo, Ribery, Xabi Alonso, Silva, CR7, Kaká y Villa, aunque el puesto de Ribery se lo disputaría... Raúl (¡casi nada!). ¿Y qué pasa con los buenos jugadores que tiene el equipo hoy? ¿Dónde encajamos a los Lass Diarrá, Gago, Robben, Sneijder, Huntelaar y sobre todo a Gonzalo Higuaín, máximo goleador del equipo, cuya sólida proyección ascendente puede verse truncada de hacerse realidad una pesadilla de estas dimensiones? Y ojo, que dentro de semejante alucinación, la defensa permanece casi intacta, y el equipo está pidiendo un lateral izquierdo con capacidad defensiva (algo que Marcelo desconoce) a gritos.

Hay, con todo, elementos para estar un poco tranquilo. La experiencia demuestra que lo que cuenta la prensa es, en su mayor parte, partículas en suspensión. No creo ni por asomo que las fantasías de MARCA se lleven a cabo (aunque hoy afirman que el acuerdo Real Madrid - Villa es total), porque como decía Calderón (de la Barca): que la vida es sueño y los sueños, sueños son. Hay muchos intereses en juego en los mercadeos futboleros, y los del Real Madrid son sólo una parte. Muchos equipos harán esfuerzos ímprobos por retener a sus estrellas o por traer a otras. Y, aunque sea de refilón, me queda también apelar a la sensatez del nuevo equipo técnico madridista (Valdano, Pardeza y Zidane). Espero de verdad que no se lancen a tirar la casa por la ventana. Y que se acuerden de que los grandes jugadores, en vez de ficharlos, es mejor fabricarlos. La factoría blanca sigue funcionando.

No sólo mejor: es infinitamente más barato.

He dicho.

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