Ni siquiera la muerte podrá separarnos ...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

No hubo "Pimentonazo"

Por un momento creí que no vería este momento. Han hecho falta dos años y la mano de Mourinho para que el Real madrid superase la primera eliminatoria copera con claridad y sin apuros, como se presume en uno de los dos grandes frente a un modesto segunda B. Atrás quedan, aunque aún son visibles por el rabillo del ojo, el fiasco de hace dos años ante el Real Unión de Irún y el penoso alcorconazo del año pasado, el principio del fin de la etapa de Manuel Pellegrini y que alimentó el mito (o quizá no tan mito) de que el banquillo del equipo merengue era lo más parecido a una silla eléctrica. El pase a octavos está conseguido y las puertas para un nuevo e interesante duelo copero quedan abiertas de par en par. Llegados a ese punto, uno no sabe muy bien qué desear: un equipo grande supondría sin duda mayor atención y concentración para los jugadores, minimizando así los riesgos de caer en el relax anticipado, en tanto que un equipo de menor entidad parecería a priori más asequible. Pero después de experiencias pasadas, cualquiera se fía.

Este partido ha servido, además, para la reivindicación del pirata Granero (espléndido golazo el suyo), rodaje para Raúl Albiol, Pedro León, y Mahamadou Diarra y un gol (aunque sea de penalty) para Benzema. El único eslabón débil de la cadena se llama de momento Sergio Canales, a quien parece que la camiseta le pesa más que una cota de malla. Será cuestión de seguir confiando en las dotes de recuperador del entrenador luso. Para la posteridad quedará el recital de tarjetas (¿era necesario tanto cartón?) del colegiado Paradas Romero, quien no tuvo reparos en expulsar al técnico madridista por mandarle a la mierda. Según él.

Y ya que lo pienso, tengo la sospecha de que los de siempre, los plumillas de la prensa del Principado harán de las suyas mañana y sacarán tajada de lo ocurrido con el de Setúbal. O yo les conozco mal, o se admiten apuestas.

He dicho

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